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Dado estos tiempos en los que parece que se busque alejarnos a unos de otros, para que el individuo sea fácilmente manipulable, todavía queda un pequeño rayo de esperanza: la convivencia.

Con esta intención estudiantes de la escuela de Filosofía “Nueva Acrópolis” de Castellón, pusieron en práctica enseñanzas que se plantean en el curso de “Filosofía para vivir”, como la importancia del saber convivir, el poder expresar cada uno sus ideas, a través del diálogo; saber escuchar...

Una de las conclusiones es que la convivencia es construir algo en común, teniendo en cuenta, que cada ser humano tiene sus atributos, puntos de vista, pero previo a la relación con los demás, uno primero debe convivir con sus “luces” y “sombras” interiores,  que no son pocos. Porque es evidente que el ser humano es un ser social y necesita compartir sus inquietudes, metas, logros,  victorias y fracasos, mientras busca dar sentido a su existencia. Por ello el compartir nos enriquece  a todos, no hay nada que perder, solo nuestras debilidades y defectos.

Llegados a este punto habría que elegir:

dejarse llevar por la enorme fuerza egoísta del propio ser humano, que nos perjudica a tod@s.o colaborar entre nosotros y en conexión con la naturaleza, aprendiendo de las vivencias que podemos compartir y de las enseñanzas que nos transmiten las leyes y fenómenos naturales.

Así pues el planteamiento es ¿queremos vivir exprimiendo el presente o desperdiciándolo? Tuya es la decisión.

 

clase convivencia

https://youtu.be/G_CpiKNk3rQ

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